El ocio o tiempo libre: son las actividades que realizamos y no son parte del trabajo ni de
las tareas domésticas esenciales y pueden ser recreativas. Hay muchos tipos de
ocio: el ocio nocturno, de espectáculo, deportivo, alternativo, activo y
pasivo.
Distinguimos con mayor importancia entre
el ocio productivo e improductivo.
El ocio productivo es el que repercute una
producción, es decir un consumo de cualquier tipo y el improductivo todo lo
contrario, un sedentarismo y el nulo consumo.
("Hay
que analizar por qué la gente utiliza el ocio sólo para gastar")
NOTICIA:
El sociólogo australiano Rob
Lynch (Sídney, 1948) intervino ayer en el Congreso Mundial del Ocio, que se
celebra desde el lunes en Bilbao, organizado por el Instituto de Ocio de la
Universidad de Deusto. Lynch ofreció una conferencia sobre el ocio consumista y
comercial. Este profesor de sociología en la Universidad de Tecnología de
Sídney se desmarcó de la teoría clásica, que tradicionalmente ha criticado el
ocio asociado al consumo, y abogó por estudiar el cada vez más extendido hábito
social de utilizar el tiempo libre para gastar dinero para poder democratizar
el uso del ocio y aportar formas alternativas de invertir el tiempo libre.
La intervención de Lynch tuvo su
contrapunto en las conferencias sobre ocio solidario de Marcelo González,
miembro de la ONG Payasos Sin Fronteras, quien contó sus experiencias en Kosovo
y Guatemala, y del brasileño Cristovan Buarque, responsable de Unicef para
América Latina y el Caribe, quien criticó que "parte del trabajo que
realizan 250 millones de niños en el mundo está provocado por el ocio de los
ricos, desde la artesanía hasta la prostitución infantil, que se ha convertido
en un componente del turismo de algunos países".
Pregunta. ¿Cuáles son las características del ocio
actual?
Respuesta. Las principales características del ocio son
la libertad de elección, la búsqueda de satisfacción personal y un sentido
moral o ético, aunque esto depende de las personas; no todas las formas de
invertir el tiempo libre son morales o éticas. El ocio es una idea democrática
y depende de la libertad de elección.
P. Sin embargo, el ocio parece estar muy
relacionado con el nivel adquisitivo. No todos los bolsillos pueden acceder a
determinadas actividades en las que invertir el tiempo libre.
R. El ocio debería ser para todo el mundo, pero,
efectivamente, el acceso a algunas actividades depende del nivel económico de
las personas.
P. Ha participado en el congreso con una
ponencia sobre el ocio comercial y consumista. ¿Qué opinión le merece esta
forma cada vez más extendida de invertir el tiempo libre?
R. El ocio consumista está muy relacionado con
los valores comerciales que imperan en la sociedad. Yo, como ejemplo, en mi
ponencia de este tipo de ocio he hablado de los Game
boy. Nintendo ha vendido en el mundo 50 millones de consolas. Este
hecho demuestra la magnitud del ocio basado en el consumo. Pero hay muchas
formas de invertir el tiempo libre que exigen gastar dinero, como ir al cine o
la fotografía. Detrás de estas expresiones, se encuentra el pensamiento
consumista que convence a la gente de que ver una determinada película le va a
hacer más feliz y de que vestir una marca de ropa es una satisfacción.
P. ¿Y cuál es su opinión sobre esta realidad?
R. Los estudios en el campo del ocio y de la
previsión de servicios para el ocio no consideran correcto el ocio consumista,
consideran que es una forma sucia de invertir el tiempo libre. A partir de ahí,
lo que hacen es criticarlo y obviarlo, pero la realidad es que la mayoría de la
gente utiliza su tiempo libre para gastar dinero. La idea de ocio va asociada a
la satisfacción personal y si la mayoría de la gente encuentra placer en
comprar no me parece adecuado quedarse simplemente en la crítica.
P. ¿Qué es lo que propone usted?
R. Los estudios sobre ocio deberían intentar
comprender el ocio consumista. Hay que estudiar y analizar por qué la gente
encuentra tanto placer en gastar dinero y para ello hay que contactar con las
personas que utilizan de esta manera su tiempo libre. Deberíamos contactar con
esta forma de ocio e intentar comprenderla para poder actuar sobre ella.
P. ¿Cómo cree que podría contrarrestarse esta
forma de ocio?
R. La educación es básica. Una vez que
conozcamos por qué la gente no para de gastar dinero en su tiempo libre
podremos diseñar las medidas oportunas. Una de ellas tiene que venir a través
de la educación para dotar al tiempo libre de ética. Se puede educar a la gente
desde la ética para hacer un reparto más equitativo de la riqueza y para
conseguir que las personas utilicen el tiempo libre para hacer cosas más
provechosas para sí mismos que gastar dinero sin parar.
Como sabemos el ocio y tiempo
libre, es el espacio temporal que tenemos para disfrutar de las actividades que
no se consideran trabajo, ya sea domestico, profesional o carga familiar. De
cada uno depende gastar ese tiempo en lo que le plazca ya sea leyendo un libro,
juagando al pádel o tomando unas cañas con los amigos, supongo que las
definiciones de ocio productivo o improductivo se toman, demasiado en cuenta el
ocio se creó para la reposición de los trabajadores y su descanso, es cierto
que a través de esto se ha creado una nueva industria del ocio, y un abuso del
consumo pero ya que vivimos en una sociedad democrática que cada uno gaste ese
tiempo como mejor le parezca.
BIBLIOGRAFÍA
- http://elpais.com/diario/2000/07/07/paisvasco/962998817_850215.html
- http://es.wikipedia.org/wiki/Ocio
No hay comentarios:
Publicar un comentario